“Al regresar, lo primero que hice fue ir a la ventana de su casa y regalarle la canción. Después de ella escucharla, abrió la puerta y me sonrió. Enseguida vino la sorpresa o sea el premio mayor del amor. Cuando se le preguntó por el sentimiento que lo embargaba al llegar a esa edad con los motores prendidos, tocando firme su acordeón, componiendo nuevos cantos y con el ánimo por todo lo alto, a pesar de las tristezas que nunca faltan, sus primeras palabras fueron darle gracias a Dios por la largura de años. El mismo que cuando se lleva su inseparable acordeón al pecho le parece un juguete. Ese que hizo su propia presentación en la canción ‘La grabadora’.“Yo soy el negro Durán, al que llaman Naferito, pronto escucharan por disco, mi música well-liked”. Apareció sentado al lado de la cerca del patio de su casa viendo como el sol asumía su rol en esas eternas mañanas calurosas de El Paso, Cesar, y entonces comenzó a darle rienda suelta a las reminiscencias, teniendo presente las palabras de los locutores de otrora. “Hoy, agrega un año más de vida al collar de su existencia el dilecto maestro y Rey Vallenato Náfer Santiago Durán Díaz”. La Covid ha dejado imágenes tristes y desoladoras, familias que no se pueden ver o enfermos que no pueden ni recibir la visita de sus parejas. Pero esto también ha mostrado el amor latente en muchas historias como la de Stefano Bozzini, un anciano de 81 años que se volvió viral por acudir a la ventana del hospital en el que estaba ingresada su mujer, Carla Sacchi, por coronavirus.Hay acordeonistas que a veces parecen que han cogido la sintonía correcta y sonríen de satisfacción como diciendo aquí estoy yo. Pero ocurre que, al cabo de un tiempo, de nuevo desafinan y su sonrisa se nubla de tristeza. Pero de nuevo inicia un nuevo compás porque lo necesitan sus oyentes. Tanto Zabala, Rojas Herazo, Zapata Olivella como García Márquez compartirán impresiones sobre la música de acordeón. Para García Márquez en todas estas danzas hay una síntesis variadas y contradictorias de lo que el Caribe. Alude el bullerengue, las gaitas de las sabanas de Bolívar, los acordeones de Valledupar, los cantos de Palenque con su enorme tambor pechiche, la chicha maya guajira, el porro y la cumbiamba.
La mejor oferta de acordeón triste
Si puede compartir en historia también sirve”, decía el posteo que el joven había subido a su cuenta de Facebook San Martín Aveniu. Pero el pasado 20 de agosto, cuando estaba en la parada de la calle Lerma 1400, todo fue diferente y un pequeño descuido terminó con el robo de su instrumento musical y principal fuente de ingresos. Mientras esperaba el colectivo que esa mañana lo llevaría hasta la peatonal, se dio cuenta que se había olvidado la alcancía y decidió volver a buscarla. Ya de regreso y cuando estaba solo en la parada, frenó un auto, un delincuente se bajó de su inside, le manoteó el acordeón y se dio a la fuga.La serenata con un acordeón de este antiguo alpinista emocionó no solo a su esposa y a los presentes en el hospital de Castel San Giovanni , sino también a las redes sociales. Pero, desgraciadamente, el hombre ahora ha tenido que afrontar un duro varapalo, ya que su mujer ha fallecido. Stefano Bozzini tocándole el acordeón a su esposa, Carla Sacchi, que estaba en la ventana. Separados por la Covid, un anciano toca el acordeón ante el hospital en el que está ingresada su mujer. Su música, esa noche, fue una caricia para ella, pero de alguna manera nos alcanzó a todos, dijo la alcaldesa. Descarga música sin regalías gratuita de música de fondo para cualquier tipo de uso. Yo, que también tengo ideología, manifiesto mi decepción por todos partiendo de que el problema que nos ha caído en el mundo es complicado y no estábamos social y culturalmente preparados para ello.No estamos preparados para sufrir, para renunciar a nuestra idiosincrasia, a nuestra sociedad capitalista, a nuestro egoísmo ni por padres, amigos ni colegas. Si alguien pensó que ante una disaster de esta envergadura saldríamos mejor creo que se ha equivocado rotundamente. En el espejo, salvo excepciones importantes, solo se ve el egoísmo, la hipocresía y el politiqueo rancio. El 15 de mayo de 1952, García Márquez exalta la presencia de los gaiteros de San Jacinto, músicos de Palenque, cantadores de zafra e intérpretes vallenatos, en su nota ‘Nuestra música en Bogotá’, delegación organizada por el escritor Manuel Zapata Olivella. Se lamentará que los cantos de zafra no tengan posibilidades mercantiles, a diferencia de la cumbia o la música vallenata. “Quienes hemos tenido la buena suerte de andar buceando el sentimiento musical de nuestro pueblo y hemos encontrado en todas las aguas esa melodía nostálgica, profundamente amorosa”, dice para referirse a Escalona. Una colección de frases y citas sobre el tema del acordeón.